Uno de los recursos turísticos más importantes de Galicia es la riqueza cultural, artística y monumental de sus cascos históricos en las grandes ciudades de Galicia: Santiago de Compostela, A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Ferrol y Vigo; cada uno diferente y todos con encanto.
Además de su gran catedral, de su Monte Aloia, o de su Conjunto Histórico, Tui atesora un importante
patrimonio vinculado a la comunidad judía, quienes tuvieron una gran importancia en la ciudad y convirtió al municipio en el principal núcleo judío y judeoconverso de Galicia.
Entre la figura que forma las rías de Pontevedra y las montañas que rodean a las bien llamadas Rías Baixas se dibuja un territorio en el que los límites los impone la naturaleza. Marcada por el elemento natural más fundamental, el agua y su costa, algunas veces agreste, es imposible describirla sin llamarla paraíso, y no enamorarse de ellas.
En la Costa da Morte, el municipio de Ponteceso forma un lugar mágico donde el paisaje de verdes y azules se entrelaza con la majestuosidad de su faro, Roncudo.
Playas, faros, islas, senderismo, acantilados, molinos y un inmenso legado de patrimonio cultural hacen de Malpica de Bergantiños uno de los lugares más interesantes de Galicia.
La singularidad del municipio de Fisterra surge de las muchas leyendas que envuelven a estas tierras, en las que se entrelazan temas religiosos, marítimos y elementos pétreos.
Con el río Umia como protagonista y enclavada en la comarca del Salnés, Ribadumia es un marco incomparable con un gran patrimonio etnográfico y natural.
Conocida por su famoso encaje de bolillos trabajado por las palilleiras, mujeres que hacen verdaderas obras de arte, Camariñas es el tesoro de las costas gallegas, ofreciendo un litoral espectacular desde Camelle hasta el Cabo Vilán y su majestuoso faro de 125 metros de altura.