En un promontorio de la costa gallega y rodeada de un fantástico entorno natural, recorrer A Coruña es sumergirse en una ciudad de tradición y vanguardia, alegre, abierta y creativa. Es una ciudad orgullosa de su colosal riqueza patrimonial y cultural, de su señorial arquitectura modernista, de sus calles vibrantes y de sus espacios artísticos, siempre bajo el aroma del Atlántico.
Protegido del mar abierto, Ferrol es una ciudad cargada de historia que le debe gran parte de su monumentalidad a su puerto, estratégicamente situado en la seguridad de su ría y que ya en el siglo XVI daba cobijo a la Armada Real de Felipe II.
En la Costa da Morte, el municipio de Ponteceso forma un lugar mágico donde el paisaje de verdes y azules se entrelaza con la majestuosidad de su faro, Roncudo.
La singularidad del municipio de Fisterra surge de las muchas leyendas que envuelven a estas tierras, en las que se entrelazan temas religiosos, marítimos y elementos pétreos.
Vigo es una ciudad industrial por excelencia, bella y singular a partes iguales. El mar abraza a la urbe y a los vigueses desde casi todos los puntos, y se adentra en los sentidos del visitante.
Playas, faros, islas, senderismo, acantilados, molinos y un inmenso legado de patrimonio cultural hacen de Malpica de Bergantiños uno de los lugares más interesantes de Galicia.