Las tierras de Crecente, bañadas por el río Miño, son exuberantes, de espesos bosques y verdes valles. Situado al sudeste, en la comarca de A Paradanta, atesora un patrimonio histórico-artístico cautivador, fruto de una abundancia plasmada en la existencia de una vía romana y un camino real.
Crecente en las Rías Baixas, un territorio regado por el río Miño
Cuenta con un patrimonio histórico-artístico muy interesante, fruto de una riqueza histórica que se ve reflejada en la existencia de una vía romana y un camino real. Entre sus monumentos destacan el Castillo y la Torre de Fornelos, la Iglesia de San Pedro, monasterio de San Paio, el castro de A Cidá, puente medieval de Barxelas y el puente de As Cabras, El Pazo da Fraga (S. XV), el Pazo de Queimadelos (S. XVII) y el Pazo do Barreiro (S. XVII), o la Capilla de la Virgen del Camino.
El valor del Miño marca su belleza natural, así como su modo de vida, su gastronomía y su conocido vino del Condado. Reseñables sus rutas (Mirando el Miño y Salto de Inferno, entre otras) y los deportes de aventura de río:: rafting, hidrospeed, kayak, barranquismo y paseos en catamarán en el cercano embalse de Frieira.
La importancia del Miño marca no sólo su belleza natural, sino también su modo de vida y su gastronomía, basada en productos del río (lamprea y angulas) y en el conocido vino del Condado.
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