Arbo se abre al Río Miñor en su límite sur, constituyendo el puente natural entre Galicia y Portugal. Enmarcado entre viñedos, pazos y las aguas de los ríos Deva, Cea y Miño, el municipio se encuentra enclavado en el corazón de una de las más bellas comarcas de la provincia, con una innegable belleza de ríos y montes, hermosas playas fluviales y aguas medicinales.
Arbo, un icono centenario de las Rías Baixas
Los cauces fluviales que discurren por el municipio permiten al visitante disfrutar de actividades acuáticas y magníficos paisajes: Sendeiro da Moura, Ruta dos Pescadores, Ruta das Pesqueiras o el Paseo fluvial Rio Miño, Fervenza da Laxe, Playa fluvial de Deva y de Sela.
Enogastronomía, cultura, patrimonio, paisajes y naturaleza
Además ofrece lugares de gran interés patrimonial e histórico artístico: Puente de San Xoán, Mirador y Ermita de San Fins, yacimiento de O Cabrón, mámoas de Chan do Rei o la de San Martiño, petroglifos como el de San Xoán de Mourentán o el del Cándido, la Mina Romana de A Lagoa, el Monasterio de Melón…
Entre toda la gastronomía que ofrece a los visitantes, hay un manjar que destaca con nombre propio: la lamprea, de fama internacional, por la calidad del producto y su forma artesanal de pescarla utilizando la red y las denominadas pesqueiras.
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