Ruta por los Molinos
Un paseo por el Guadalquivir
A orillas del río Guadalquivir se encuentran los molinos hidráulicos, guardianes de una historia que se remonta más de mil años atrás. En 2009, la Junta de Andalucía los reconoció como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico Andaluz, una declaración que destaca el valor histórico, etnológico y paisajístico de estas construcciones.
Pocas ciudades europeas pueden presumir de un conjunto tan amplio y homogéneo de molinos hidráulicos, construcciones que demuestran una intensa interacción entre el río y la sociedad cordobesa. Los once molinos que se conservan en el tramo urbano del Guadalquivir son testigos del paso de civilizaciones como la romana y la visigoda, y del auge de la Qurtuba árabe. No solo molían grano, sino que participaron en la fabricación de paños y, en tiempos más modernos, hasta en la generación de electricidad.
Desde un punto de vista tecnológico, los molinos de Córdoba son una lección de la evolución de la ingeniería hidráulica. Etnológicamente, narran la historia de oficios tradicionales como los molineros, harineros y bataneros, y revelan la dureza y destreza que exigía su labor diaria.
El recorrido por estos molinos no solo es un viaje por el tiempo, sino también un paseo entre dos entornos excepcionales. Por un lado, el Casco Histórico de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Por otro, Los Sotos de La Albolafia, un espacio natural protegido que combina biodiversidad con el legado cultural del río.
Once molinos recorren la Ribera
Esta ruta pone en valor la importancia histórica de la cultura del agua e invita a reflexionar sobre el río como fuente de vida, salud y biodiversidad. Reconocer su papel en el pasado es clave para incorporarlo al presente como un espacio público, educativo y de aprendizaje, y para reivindicar sus riberas como elementos esenciales del paisaje urbano.
Te invitamos a una ruta para descubrir los molinos del Guadalquivir y recorrer un patrimonio que mantiene vivo el vínculo entre Córdoba y su río.
Molino de Martos
La ruta comienza en el Molino de Martos, uno de los más significativos de Córdoba y uno de los dos con interior visitable. El molino alberga hoy el Museo Hidráulico, un centro de interpretación dedicado a la industria harinera. En su planta baja, los visitantes pueden explorar la Sala de Molienda, donde aún se conservan las diez piedras originales utilizadas para moler grano.
Molino de San Antonio
Ubicado en la ribera izquierda del Guadalquivir, el Molino de San Antonio es el segundo con interior visitable. En su sala superior, alberga una exposición permanente dedicada a los Sotos de la Albolafia y a los molinos hidráulicos. Desde aquí, vemos la perspectiva más bonita de Córdoba, con la Torre de la Calahorra y el Puente Romano dominando el paisaje.
Molinos de La Albolafia, Pápalo y En Medio
Junto al molino de San Antonio, estos molinos conforman la denominada “Parada del Puente”, ya que es la que más testimonios gráficos ha acumulado a lo largo de la historia. Se cree que su origen podría remontarse a la época romana o visigoda. En el Molino de la Albolafia encontramos el sistema de noria vertical, el más antiguo.
Molino de la Alegría
Ubicado junto al Puente de San Rafael, este molino fue el primero en ser rehabilitado en la ciudad para albergar el actual Museo de Paleobotánica, que cuenta con una destacada colección de fósiles de flora vascular. Además, el molino marcó un avance tecnológico significativo al incorporar una turbina hidráulica tipo Lafontaine, utilizada para la producción de harina.
Molinos de San Rafael y San Lorenzo
En la margen izquierda del río, cerca del Puente de San Rafael, estos molinos conforman, junto con el Molino de la Alegría, la conocida Parada de Alhadra. Destacan por un detalle característico: su estructura en forma de ábside orientada hacia la corriente, un diseño común en otros molinos históricos de Córdoba.
Molino de Casillas
A orillas del río, en la margen derecha y próximo al Puente de Abbas Ibn Firnas, se encuentra el Molino de Casillas, el más moderno de la región, construido en el siglo XIX. Este molino albergó una de las primeras «fábricas de luz» de Córdoba, donde se generaba electricidad mediante una turbina hidráulica.