Patios de Córdoba
PATIOS DE CÓRDOBA
FIESTA DE FLORES Y CULTURA
Corría el año 1918 cuando un grupo de visionarios cordobeses comenzó a abrir las puertas de sus patios al público. La singular iniciativa fue recibida con tal entusiasmo que el alcalde formalizó el evento mediante la convocatoria del Concurso de Patios, Balcones y Escaparates en 1921. Desde entonces, cada primera quincena de mayo los cordobeses visten la primavera con una gran variedad de flores plantadas en arriates y macetas, cuidadosamente dispuestas en las paredes o en el clásico empedrado chino cordobés.
En 2012, la Fiesta de los Patios fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y desde entonces su repercusión ha aumentado considerablemente. Tal ha sido el alcance, que mayo ya no es la única temporada en la que se puede disfrutar de este homenaje a la belleza de Córdoba. Actualmente, es posible visitar bajo reserva algunos de los patios más bonitos, previamente ganadores del concurso, durante todo el año. Cabe destacar la visita al Palacio de Viana, un majestuoso palacio del siglo XIX que encierra doce magníficos patios y un extenso jardín.
El patio cordobés es heredero de la casa islámica, que se caracterizaba por la disposición de las fachadas orientadas hacia su interior. En la actualidad, los cordobeses que ponen sus patios a disposición del público cuidan de la estancia para hacerla aún más acogedora. La principal esencia son las flores y plantas que cuelgan y se distribuyen por el suelo, aportando una sinfonía de colores y aromas que impregnan todo el espacio. Mientras tanto, los pozos y fuentes añaden un toque de belleza y serenidad gracias al sonido y la sensación de pureza que el agua emana. La fusión del agua, luz y vegetación convierten esta imagen en un auténtico reflejo del pasado árabe de la ciudad.
Una visita a los Patios de Córdoba es una vivencia única que fusiona naturaleza, belleza, historia y cultura. Se trata de una oportunidad inigualable para los visitantes que deseen admirar y deleitarse con la autenticidad de una ciudad que ha sabido mantener viva la tradición y el legado de sus antepasados.