Galicia es reconocida mundialmente por la riqueza de sus paisajes, su inigualable gastronomía y sus ancestrales tradiciones. Sin embargo, hay otro tesoro que la distingue y que, con el paso de los siglos, se ha convertido en uno de sus principales reclamos turísticos: sus aguas termales.
El termalismo en Galicia, agua para los sentidos, para el relax y el bienestar
Los primeros indicios de termalismo en la región se remontan a la presencia romana. Ya entonces, los conquistadores identificaron la abundancia y las propiedades de las aguas subterráneas gallegas, utilizando sus manantiales tanto para aliviar dolencias como para divertirse y relajarse. Con el paso de los siglos, estas primitivas instalaciones termales fueron evolucionando y, durante el siglo XIX, se vivió una auténtica “edad dorada” del termalismo en Galicia. Las antiguas casas de baños, construidas en torno a las fuentes naturales, se transformaron en elegantes balnearios que llegaron a ser centros de reunión de la alta sociedad europea. Intelectuales como Emilia Pardo Bazán, Azorín o Benito Pérez Galdós, así como miembros de la realeza portuguesa, fueron testigos de la sofisticación y el refinamiento que emanaban estos lugares.
Turismo de Galicia ha lanzado una nueva acción con un Plan de Turismo Termal en el que se recoge una completa guía y una app, con información detallada de los 24 balnearios y talasos de Galicia
Hoy, la oferta termal gallega se encuentra distribuida en tres grandes tipologías de centros: balnearios, talasos y spas. Los balnearios basan sus tratamientos en el uso de aguas mineromedicinales naturales, reconocidas por sus propiedades curativas y bajo supervisión médica. Es habitual que estos establecimientos ofrezcan programas de rehabilitación, cuidados específicos para afecciones reumáticas o respiratorias y, por supuesto, propuestas orientadas al relax y la belleza. En contraste, los talasos aprovechan el agua de mar calentada de forma artificial, a menudo enriquecida con algas, limos o lodos marinos, y se centran en terapias que combinan el efecto del agua salada con elementos propios de la costa. Por último, los spas se asocian a la cultura del bienestar o wellness, empleando agua no medicinal (calentada artificialmente), complementándola con saunas, baños turcos, masajes o diferentes terapias de origen oriental, entre otras.

Una experiencia integral donde cada gota de agua cuenta una historia milenaria, y donde cada estancia se convierte en un reencuentro con uno mismo, rodeado de la magia y la hospitalidad que caracterizan a la comunidad
El potencial de Galicia es tal en este ámbito, que se ha convertido en la segunda región de Europa con mayores reservas de aguas mineromedicinales, ofreciendo una amplia variedad de tratamientos y experiencias que representan alrededor del 20% de la oferta termal de toda España; desde establecimientos que conservan la esencia decimonónica, con fachadas históricas y salones señoriales, a complejos de diseño vanguardista que fusionan la tradición con la modernidad en entornos naturales privilegiados.
Una oferta tan extensa como sugerente. En la provincia de A Coruña, destacan los balnearios de Carballo y Compostela, cada uno con sus peculiaridades y aguas mineromedicinales con propiedades específicas. La provincia de Lugo, por su parte, cuenta con cuatro balnearios (Río Pambre, Lugo, Guitiriz y Augas Santas) y un talaso, el Cantábrico, que aprovecha la fuerza del mar del norte gallego. En Ourense, considerada por muchos la capital termal de Galicia, se concentran seis balnearios: Arnoia, Carballiño, Cortegada, Caldas de Partovia, Laias y Lobios, este último enclavado en el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, donde los baños al aire libre se combinan con un paraje de singular belleza. Finalmente, Pontevedra reúne ocho balnearios y tres talasos. Entre los primeros destacan Acuña, Dávila, Mondariz, Os Baños da Brea, Caldelas de Tui, A Toxa (Gran Hotel La Toja y Hotel Isla de la Toja), y las termas de Cuntis, así como los talasos del Atlántico (Oia- Baiona), Louxo La Toja y el de Sanxenxo, los tres, referentes en las Rías Baixas.

Conscientes de la importancia de este sector, Turismo de Galicia ha lanzado una nueva acción con una inversión de 10 millones en el Plan de Turismo Termal 2025-2028, con el que se pretende consolidar la comunidad como una potencia en el ámbito del turismo de salud y bienestar, tanto a nivel estatal como europeo.
El objetivo principal seguir modernizando, diversificando y fortaleciendo un sector clave para el turismo y la economía gallega, además de convertir el termalismo en una herramienta para la desestacionalización del turismo a través de cuatro ejes principales: el conocimiento e innovación, la inversión en infraestructuras, la gestión coordinada entre administraciones y la promoción de productos innovadores como el Galicia Spa Pilgrimage.
Dentro de este nuevo plan, Turismo de Galicia también ha presentado una completa guía y una aplicación móvil, con información detallada de sus 24 balnearios y talasos, así como datos sobre alojamientos, tratamientos disponibles, entornos naturales de interés y propuestas culturales en las cercanías. De esta manera, organizar una escapada de fin de semana o unas vacaciones resultará sencillo y accesible para todo tipo de público, desde familias que buscan relajarse en aguas cálidas hasta viajeros que persiguen aliviar dolencias específicas o simplemente desconectar de la rutina diaria.
En definitiva, Galicia se alza como un referente en el panorama termal europeo. Su tradición histórica, unida a la calidad y diversidad de sus aguas, ha permitido el desarrollo de una infraestructura moderna y adaptada a las necesidades del viajero contemporáneo.