Santiago de Compostela es silenciosa, solemne, una ciudad escrita en piedra, llena de callejuelas y jardines, de sol y de lluvia, y está bajo una sombra monumental. Santiago de Compostela es historia en mayúsculas.
Santiago de Compostela. La historia grabada en piedra
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, sus calles respiran el encanto de un pasado monumental y señorial, con el encanto de lo añejo y la huella de todos los peregrinos que, tras siglos, han llegado hasta su catedral para ver al apóstol Santiago, dotando a la ciudad de un halo espiritual, bello y cosmopolita.
Partiendo de la catedral, cuya imponente silueta gobierna el cielo compostelano y que atrae cada año a miles de visitantes, la ciudad sorprende con su impresionante belleza monumental, patrimonio cultural, natural y gastronómico.
Entre sus callejuelas peatonales nos encontramos el tradicional mercado de abastos, rebosante de productos frescos, con locales de ocio para degustarlos; plazas como la Quintana, Platerías y O Toural; decenas de iglesias como San Martiño Pinario; conventos; pazos como el de Fonseca y palacios de distintos estilos (románico, gótico, barroco), todo amenizado por imponentes fuentes, gárgolas y terrazas llenas de vida, para acabar casi siempre en la majestuosa plaza del Obradoiro, un lugar impregnado de una magia especial. Desde Hemingway a Rosalía de Castro, Valle Inclán o Cary Grant, reyes, emperadores, papas, presidentes, premios Nobel, peregrinos, universitarios o sus propios ciudadanos han pisado esta plaza.
La actividad cultural de la ciudad vibra con más de una decena de espacios museísticos que narran la historia de la ciudad, del Camino y del corazón de Galicia. Las tradiciones y la espiritualidad también están presentes a través de sus manifestaciones culturales que van desde las fiestas populares hasta festivales de música, cine y teatro o la programación de la Cidade da Cultura, obra maestra arquitectónica de la modernidad.