La provincia de A Coruña es una de las provincias más ricas y bellas de la Península. En un enclave de ensueño, con paisajes que mezclan la belleza del Atlántico y el verde de sus bosques, merece ser visitada y conocida con detenimiento.
Conoce las Rías Altas en la provincia de A Coruña; Un road trip entre meigas, leyendas, paisaje e historia
La provincia de A Coruña es una tierra bendecida con parajes naturales impresionantes, villas marineras encantadoras, una gastronomía para recordar cada bocado, museos en los que descubrir la cultura y el pasado de Galicia, fiestas tradicionales y ciudades tan cosmopolitas y bonitas como Santiago de Compostela, Patrimonio Mundial por la UNESCO, a la que acuden miles de personas en peregrinación recorriendo el Camino de Santiago hasta su afamada catedral, una de las más bonitas de Europa. Es un verdadero museo al aire libre con sus callejuelas, plazas como la de Cervantes, da Quintana o la plaza de Praterías, hermosos palacios y su centenar de iglesias. Cada esquina de la ciudad guarda algún rincón mágico.
En la provincia incluso se puede llegar hasta el fin del mundo, Fisterra, según las leyendas, y donde los peregrinos van buscando el fin de la ruta Xacobea.
Una provincia con un patrimonio natural, histórico y cultural innegable
Viajar a pequeños pueblos y aldeas en entornos naturales es una de las mejores formas de conocer la provincia. Solo hace falta poner rumbo a destinos como Betanzos, antigua capital del Reino de Galicia y declarado Conjunto Histórico-Artístico, con un riquísimo patrimonio artístico; Noia, con sus edificios gótico-marineros y el encanto medieval de su casco antiguo; el pueblo marinero de Muros, donde perderse por las calles empedradas del centro histórico, además de disfrutar de un refrescante baño en alguna de sus playas cercanas como Carnota y Lariño; la villa marinera Pontedeume, con el Parque Natural de las Fragas do Eume -exuberante y misterioso bosque lleno de secretos- como bandera, y el Torreón de los Andrade como seña de identidad, que ofrece un patrimonio histórico y natural digno de descubrir.
Otra referencia es Ferrol, marcada por sus astilleros y por la reconversión industrial. Su importante historia naval y militar se refleja en sus numerosos museos y fortalezas.
Cedeira destaca por tener los acantilados más altos de Europa y Ortigueira es donde se encuentra el banco más bonito del mundo, con unas vistas de infarto.
La capital, A Coruña, conocida como la “Ciudad de Cristal”, es uno de los imprescindibles. Es una ciudad vibrante y con un corazón callejero, considerada el epicentro gastronómico del noroeste peninsular. No obstante, también tiene lugar para la historia el Castillo de San Antón, que alberga el Museo Arqueológico e Histórico, la Colegiata de Santa María, la monumental plaza de María Pita, su santo y seña, y la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo en funcionamiento del mundo y Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La provincia destaca por un litoral salvaje y bravo en sus casi 1000 km de costa, bajo un sobrenombre que impone: Costa da Morte, con grandes historias de trágicos naufragios y asedios. Puedes recorrerlo visitando sus faros, desde la mítica Torre de Hércules, en la ciudad de Coruña, al de Estaca de Bares, el punto más septentrional de España.
El verde intenso de sus bosques, la brisa del mar y los pintorescos pueblos marineros y medievales de la provincia te harán soñar despierto.
Disfrutar de una perfecta puesta de sol con el mar como telón de fondo es un plan que nunca falla. La provincia presenta un amplio abanico de miradores donde disfrutar de atardeceres de infarto como el mirador de Cordeda en Culleredo, donde ver la ría en su esplendor o el mirador de Santa Ana en Oleiros, con una preciosa capilla y un entorno inolvidable. En los acantilados del Loiba podrás vivir de primera mano el atardecer cayendo sobre la furia del Atlántico y en Cabo Prior (Ferrol) asombra la belleza del espectáculo de la naturaleza. Y no podían faltar los acantilados da Serra Capelada, desde el Mirador de Vixía Herbeira (620 m), solo superados en altura por los fiordos noruegos en Europa.
También el interior de la provincia se caracteriza por su belleza, ofreciendo al visitante increíbles paisajes rurales y montañosos. Destacan espacios como la Reserva de la Biosfera As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, el Parque Natural de las Fraguas do Eume, una impresionante reserva natural de bosque atlántico con frondosos bosques, ríos y senderos para explorar la naturaleza. Destacan parajes indescriptiblemente bellos como las Dunas de Corrubedo, uno de los enclaves paisajísticos más significativos del patrimonio natural de Galicia, o la cascada del Ézaro, un salto de agua de 40 metros de altura que desemboca directamente en el océano Atlántico, al que muchos consideran “el Niágara gallego”.
Además, la provincia conserva un importante legado patrimonial y espiritual, especialmente en el Monasterio de Caaveiro, o el Monasterio de Santa María de Sobrado dos Monxes, cerca de la laguna de Sobrado, uno de los más impresionantes de Galicia con una rica historia y una arquitectura envidiable.
El Castillo de Santa Cruz en A Coruña, situado en una pequeña isla a la que podrás acceder por una pasarela de madera, o el Castillo de Vimianzo, del siglo XIII, es uno de los castillos más importantes de Galicia.
El Dolmen de Dombate, en Cabana de Bergantiños, es considerado la catedral de la arquitectura megalítica en Galicia.
Y cómo no hacer mención al bello y místico Castro de Baroña, un antiguo poblado del siglo I a. C., una de las grandes joyas de Galicia, especialmente en las puestas de sol.
