El paraíso
Asturias, un paraíso por explorar
Respirar el salitre del Cantábrico desde su costa abrupta, perderse entre senderos de una escarpada cordillera y cerrar los ojos para que en tu cabeza solo exista la paz de sus verdes valles. Asturias es paraíso por tierra, mar y aire.
Un lugar al que acudir con los cinco sentidos bien dispuestos, donde deleitarse con el paisaje y saborear su gastronomía con identidad propia. Región para descubrir horizontes más allá de sus playas, también dignas del edén, y ejercitar cuerpo y mente en sus senderos y sus frondosos bosques donde conviven flora y fauna sin parangón.
El Principado también es inicio y cruce de caminos, rutas con historia, y patrimonio forjado con trabajo. Una tierra honesta, auténtica, vital y respetuosa con el pasado y el presente. Un lugar servicial, valiente, acogedor, moderno y cosmopolita para descubrir en todas sus vertientes.
Obligatorio respeto a la naturaleza #EcoturismoAsturias
No es de extrañar que Asturias presuma de entorno. Bosques frondosos, acantilados que quitan el aliento, montañas escarpadas y playas de extremada belleza. El pequeño tamaño del Principado no le impide aglutinar un ecosistema único, que guarda siete reservas de la Biosfera declaradas por la UNESCO, además de un parque nacional (Pi-
cos de Europa), cinco parques naturales (Fuentel del Narcea, Degaña e Ibias, Las Ubiñas-La Mesa, Ponga, Redes y Somiedo), una reserva natural integral (Muniellos), seis reservas naturales parciales, dos paisajes protegidos y 39 monumentos naturales. Se dice pronto.
En definitiva, una ubicación privilegiada, paisajes de ensueño y un vasto catálogo de recursos naturales que hacen que la lista de atractivos para el turismo de naturaleza sea casi ilimitada. Aunqueeste territorio solo ocupe el dos por ciento de la superficie del país, aquí viven el 67 por ciento de las especies de vertebrados nacionales, destacan-
do las aves y los mamíferos con alrededor del 75 por ciento de las especies presentes en España.
En cuanto a flora vascular, encontrarás alrededor de 2.200 especies autóctonas. Este amor por su entorno hace que quienes allí viven quieran compartirlo con el resto, pero siempre desde el respeto por el medioambiente. Por ello el ecoturismo es la mejor manera de adentrar se en este paraíso para poder observar, mezclarte y sentir el mundo natural: sus paisajes, su flora y su fauna salvaje que integran una gran muestra de la mejor naturaleza ibérica, con pinceladas mediterráneas y, sobre todo, atlánticas.
Avistamiento de osos
Este museo al aire libre tiene un emblema con nombre propio: el oso pardo. La mayor parte de la población cantábrica de este animal, formada por aproximadamente 300 ejemplares, vive en territorio asturiano. En concreto, en los parques naturales de Somiedo y de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
Animal salvaje, desde estos parques podrás avisar al oso en libertad. Para ello, existen tres sendas interpretativas. La primera, en las inmediaciones de El Puertu, se llama “Caminando al ritmo de las estaciones” y gira en torno al calendario de los osos con un recorrido lineal de 6,2 kilómetros y dificultad baja.
La segunda, “Los refugios del oso pardo”, es un sendero en el entorno de Muniellos y descubre las claves para su conservación en un trazado circular de 4,3 kilómetros y dificultad media. Y la última se encuentra en Valle de Lago, con un recorrido de 6,2 kilómetros ida y vuelta y dificultad media, en la que adentrarse en la vida familiar de los osos y las claves de su reproducción y cría.
Observar tierra y cielo
Pero en las montañas habitan también lobos y otros mamíferos como ciervos, rebecos, corzos, zorros o gatos monteses. Los lobos asturianos forman parte de la población noroccidental de la península Ibérica, la más numerosa, con más de 2.000 que viven al norte del río Duero. De los cuales, alrededor de un diez por ciento de las 300 manadas que componen al conjunto están afincadas en el territorio asturiano.
En sus movimientos de agosto-septiembre y posteriormente en diciembre, enero y febrero, coincidiendo con su épo-
ca de celo, son los mejores meses del año para observarlos en libertad, ya que están más activos. El gran desnivel del Principado, que va desde el nivel del mar hasta la alta montaña, hace de esta tierra un lugar con multitud de ecosistemas y hábitats, que permiten la existencia de casi 400 especies de aves.
Destino obligatorio de todos los aficionados a la ornitología, donde podrán observar a casi el 70 por ciento de las
aves existentes en España.