Oviedo

O v i e d o , l a c a p i t a l d e l P r i n c i p a d o

Oviedo es un destino turístico que enamora a todo aquel que la visita. Con sus siglos de historia y su vasta cultura, esta urbe se convierte en una joya arquitectónica donde cada edificio, cada rincón y cada calle, nos habla de su pasado y de su presente.

El sonido de las campanas de la majestuosa catedral de San Salvador, el monumento más representativo de la ciudad, acompaña el deambular de los paseantes por sus plazas y callejuelas, envolviéndolos en una atmósfera de paz y tranquilidad. Al caminar por su centro urbano, nos encontramos con una amalgama de estilos que van
desde el románico hasta el barroco, que se mezclan en una armonía perfecta y nos hacen sentir como en un cuento de hadas.

Para conocer la capital del Principado, es necesario callejear, adentrarse en el casco antiguo y explorar sus rincones más escondidos y encantadores. Es aquí donde se concentra gran parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad, y donde se encuentran algunos de los lugares más emblemáticos como el refinado Palacio de Camposagrado o el elegante Teatro Campoamor —donde cada año se celebran los Premios Princesa de Asturias—.

Tomar una sidra en la Plaza de El Fontán, conocida por sus numerosos bares y restaurantes, es una experiencia muy auténtica y popular en Asturias. O acercarse al mercado de la plaza, un lugar perfecto para conocer la gastronomía local y probar productos frescos y típicos de la región.

Además, callejear por las estrechas callejuelas del casco histórico, permite descubrir el encanto de los rincones más desconocidos y menos turísticos de la ciudad. Recorrer las plazas más emblemáticas como la mencionada Plaza de El Fontán, la Plaza de la Constitución o la Plaza de la Escandalera, es la mejor forma de sentir la auténtica esencia de la ciudad, y disfrutar de su encanto y su riqueza histórica y cultural.

Pero Oviedo no es solo historia y arquitectura. También es una ciudad que nos invita a la aventura y al contacto con la naturaleza. Podemos visitar los meandros del río Nora o las cascadas de Guanga o Buanga, disfrutar del Parque de Invierno o degustar la famosa gastronomía asturiana, reconocida en todo el mundo, con platos tradicionales como la fabada asturiana o el cachopo, la sidra y dulces únicos como las moscovitas y los carbayones.

Origen del Camino Primitivo

El Camino de Santiago, primer itinerario cultural de Europa, fue creado por el rey Alfonso II el Casto, quien en el año 834 decidió visitar la tumba del apóstol Santiago. El obispo Teodomiro fue quien le avisó del descubrimiento de la tumba, y Alfonso II decidió convertirse en el primer peregrino en realizar el recorrido.

El Camino Primitivo, que comienza en Oviedo y termina en Santiago de Compostela, fue la primera ruta del Camino de Santiago. Durante dos siglos, fue el itinerario más utilizado por los peregrinos, pero posteriormente fue desplazado porel Camino Francés, que se convirtió en la ruta más popular.
Esta Ruta Jacobea comienza en la Catedral de San Salvador, uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad y reconocida por su arquitectura románica y gótica, con numerosos detalles y elementos decorativos que la hacen única.

Además del palacio real de Alfonso II, conocida como la Cámara Santa, la catedral cuenta con otras capillas y espacios de gran valor artístico y cultural, como el claustro, el coro y la capilla mayor.
Alberga en su interior numerosas piezas de orfebrería, esculturas y objetos litúrgicos de gran valor histórico y artístico, como la Cruz de los Ángeles y Cruz de la Victoria, así como la Caja de las Ágatas y el Arca Santa.
Destacable es también su torre, abierta para las visitas. Es una subida de 184 escalones que permite disfrutar de vistas únicas de la ciudad y conocer más sobre esta atalaya y la Catedral. Las visitas son guiadas, de aproximadamente una hora de duración. Una experiencia única tanto por lo que se ve como por lo que se oye.

Arte prerrománico en Oviedo

La capital del Principado es una ciudad con un importante patrimonio histórico y cultural, especialmente en lo referido al arte prerrománico asturiano, un estilo arquitectónico que floreció en la ciudad durante los siglos IX y X. Durante este período, Oviedo se convirtió en la capital del reino de Asturias, y la arquitectura de la ciudad reflejó la importancia política y cultural del reino.

Son cinco los monumentos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985 y 1998: la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, la Iglesia de San Julián de los Prados, la Iglesia de Santa María del Naranco, la Iglesia de San Miguel de Lillo y la Fuente de Foncalada.
Estos monumentos son un testimonio del arte y la cultura asturianos de los siglos VIII y IX y muestran la influencia de la arquitectura visigoda y bizantina en la península ibérica.
La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo es una capilla del siglo IX que contiene numerosas reliquias sagradas y objetos litúrgicos, y es uno de los tesoros más valiosos de la ciudad. Las iglesias de San Julián de los Prados —también conocida como Santullano—, San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco son ejemplos de arquitectura religiosa y civil, con una cuidada decoración escultórica y pictórica.

Es precisamente ésta última el ejemplo más notable del arte prerrománico en la ciudad de Oviedo. Santa María del Naranco fue construida en el siglo IX y servía como lugar de residencia para la realeza asturiana. Aunque fue una iglesia durante varios siglos, su construcción no encaja con un esquema religioso y se considera que fue un palacio y parte de un conjunto residencial de Ramiro I.
Es un lugar único y fascinante que ofrece una ventana al pasado y una muestra del esplendor del Reino de Asturias, y un ejemplo perfecto de armonía y belleza.

 

Ciudad cultural

Oviedo es un destino turístico cultural muy atractivo en cualquier época del año, gracias a su variada oferta cultural y artística. Museos, teatros y salas de conciertos son el escenario de una oferta cultural variada y de calidad, que satisface los gustos más exigentes.

La ciudad es conocida por su gran tradición musical, con una temporada de zarzuela y una temporada de ópera que son de las más destacadas en España. Los Conciertos del Auditorio, las Jornadas Internacionales de Piano Luis G. Iberni y los festivales de Danza y Música Barroca son solo algunos ejemplos de la amplia oferta cultural que ofrece la ciudad a lo largo de todo el año.

Además de su variada oferta cultural, la visita a los museos de Oviedo es casi obligatoria gracias a su riqueza artística. Historia y tradición se juntan en propuestas muy enriquecedoras como son el Museo Arqueológico y el de Bellas Artes.
El Museo Arqueológico de Asturias se ubica en el antiguo claustro del convento de San Vicente.
El edificio es en sí mismo una joya arquitectónica con una rica historia que se remonta a la época medieval. Ofrece un recorrido por la historia y la evolución de la ocupación humana en Asturias, desde la prehistoria hasta la época medieval.
En sus salas se pueden encontrar una gran variedad de objetos, utensilios, armas y adornos realizados en distintos materiales, que permiten conocer en profundidad la forma de vida y las costumbres de las distintas culturas y sociedades que habitaron el territorio asturiano a lo largo de los siglos.

El Museo de Bellas Artes de Asturias es una visita imprescindible para los amantes del arte y la cultura. La colección del museo es realmente excepcional, con más de 15.000 obras que abarcan desde el siglo XIV hasta la actualidad, y
que incluyen algunas de las piezas más importantes y representativas del arte español y europeo.
Entre los artistas que se pueden encontrar en la colección del museo se encuentran algunos de los grandes maestros de la historia del arte, como El Greco, Zurbarán, Ribera, Murillo y Goya, así como otros artistas asturianos y españoles de gran relevancia, como Piñole, Valle, Aurelio Suárez y Luis Fernández. Además, el museo también cuenta con una importante representación de artistas contemporáneos, como Picasso, Dalí, Miró, Tàpies y Barceló.

La capital del Principado es también cuna de grandes literatos y escenario de innumerables obras, y ha dejado una huella indeleble en la literatura española. Entre las obras más emblemáticas destaca La Regenta de Leopoldo Alas ‘Clarín’; la ciudad es Vetusta, el escenario principal de la novela. En la plaza de la catedral se encuentra una estatua en su honor.
Oviedo emana un encanto que cautiva a todo aquel que la visita. Su casco histórico, con sus calles empedradas y edificios centenarios, nos transporta a una época pasada llena de esplendor. Una ciudad con una personalidad única, que fusiona su rica historia con la modernidad y la vitalidad de una ciudad contemporánea. Un lugar que no deja indiferente a quienes la visitan y que invita a sumergirse en su esencia asturiana.

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