Pueblo de madera en tierra de pinares

Lo primero que cautiva a los viajeros que se adentran en la villa de Íscar son los pinares que decoran los alrededores. Enclavada en la histórica Tierra de Pinares, comarca que abarca el sur de la provincia de Valladolid y el norte de la provincia de Segovia, Íscar está históricamente ligada al aprovechamiento forestal y a la transformación de la madera, lo cual se refleja en su imponente paisaje. Los ríos Pirón, Cega y Eresma son los encargados de regar los pinares y de acompañar a los visitantes en la senda ecológica del piñón y la resina, un sendero homologado.

El mar de pinares y el casco histórico de Íscar son presididos por su castillo, una construcción erigida sobre ruinas de anteriores fortalezas cuya parte más antigua se remonta al final del siglo XIII. Siguiendo con la narrativa histórica de la villa, las próximas paradas son las dos iglesias que custodian a los patrones locales. San Miguel Arcángel, con un ábside de estilo románico segoviano del siglo XII, y Santa María de los Mártires, una iglesia románica-mudéjar del siglo XIII que protege un retablo mariano de pintura flamenca y renacentista del siglo XVI. El recorrido culmina en el Parque de la Ermita de Cristo Rey, un oasis de más de 25 hectáreas de extensión que invita a relajarse o dar un paseo bajo la sombra de pinos milenarios bañados por las aguas del río Pirón.

La cultura creada por antiguos artistas e historiadores iscarienses sigue dibujando el presente de Íscar. En las calles se respira el legado del escultor y grabador barroco Alejandro Carnicero (1693-1756), del historiador Joaquín Maldonado (1833-1901) o de la bailarina internacional de Danza Española Mariemma (1917-2008). En honor a la memoria de esta coreógrafa, una de las figuras de danza más importantes del siglo XX, el Ayuntamiento de Íscar abre las puertas del Museo Mariemma, un espacio que alberga más de un centenar de trajes originales, partituras, afiches o fotografías, perpetuando así el rico legado cultural de la villa.

Fiestas Patronales: eventos que honran la historia de Íscar

Una de las fiestas más arraigadas de Íscar es Santa María de los Mártires, una festividad donde los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad, denominados los quintos, lideran la procesión a hombros y engalanan la escalinata de acceso al templo con una enramada de pinos y naranjas. San Miguel Arcángel, también patrón de Íscar, adquiere su momento de esplendor durante la Feria de Artesanía en septiembre. En agosto, las afamadas Fiestas Populares atraen a residentes y visitantes dispuestos a vivir encierros y grandes carteles taurinos.

Durante el resto del año, la villa ofrece un abanico eventos culturales y deportivos. En abril, el Recital de Danza Española homenajea a la bailarina Mariemma, mientras que la Feria de la Juventud, el Festival de Magia Familiar en junio, el Festival de Músicas Viajeras en julio y el Torneo Internacional de Baloncesto en diciembre dan vida a la diversidad festiva de Íscar.

Sabores de Íscar: cultivos tradicionales, carnes y dulces

Los pinares de Íscar comparten paisaje con tierras de cultivos tradicionales. La villa está cubierta de productos de primera calidad como la achicoria, la remolacha, la patata o el puerro, a los que se suman otros cultivos más nuevos como la fresa o el fresón. Estos cultivos hortofrutícolas no solo sustentan la economía local, sino que también inspiran las recetas gastronómicas de la región. Además, Íscar es conocida por sus carnes, entre las que destacan el lechazo o el hornazo, una torta de pan rellena de tajada de lomo y chorizo.

La oferta gastronómica no estaría completa sin el toque dulce final. Íscar ofrece una amplia variedad de opciones, desde los bollos de baño y piñón hasta los empiñonados, todos nacidos de esta tierra de pinares. Entre los dulces más típicos se encuentran las rosquillas ciegas, elaboradas con harina, aceite, huevos, aguardiente y azúcar.