A sólo 2 km de Santillana del Mar, la más bella Prehistoria espera a aquellos que visiten en Cantabria el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. Un museo que se coloca más allá de las convenciones museísticas tanto en su concepto como en su filosofía al extenderse fuera de sus muros. Porque fuera de ellos se encuentra su auténtica razón de ser, la cueva de Altamira, considerada como la obra maestra del primer Arte de la Humanidad y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985.
En su exposición permanente, Los Tiempos de Altamira, los visitantes pueden acercarse al arte paleolítico a través de una museografía contextual en la que se prima el relato o conocer la forma de vida y el pensamiento de aquellos que habitaron Altamira hace más de 15.000 años en su visita a la Neocueva, reproducción rigurosa tridimensional de la original.
Con técnicas y materiales empleados en la época, la Neocueva reproduce una de las más bellas e impresionantes manifestaciones del arte mundial, el techo de los polícromos, descubierto por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879 y que sigue siendo hoy, en el siglo XXI, una de las visiones más espectaculares del arte rupestre.
Por ello, Altamira ha sido y sigue siendo fuente de inspiración para pintores, diseñadores o escritores como Henry Moore, Alberti, Gerardo Diego o Hellen Frankenthaler. Miró incluso llegó a afirmar que “el arte está en decadencia desde la edad de las cavernas”.
Ya en el exterior, el Museo de Altamira ofrece actividades como el Paseo Paisaje de Altamira, que permiten recorrer y conocer aquellos espacios y especies naturales que condicionaron la vida de los cazadores recolectores que habitaron la cueva en los tiempos de Altamira.
Porque el Museo de Altamira es un Museo Sostenible, un #MuseoSinPrisas, que se propone “pensar el presente, reflexionando sobre nuestro pasado remoto, para imaginar juntos otros futuros posibles”.
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