Descubre el camino Lebaniego
La tradición de peregrinar a Santo Toribio comenzó en el siglo VIII, cuando desde toda Hispania llegaron multitud de reliquias al Monasterio de Santo Toribio. En la actualidad tiene señalizados caminos que llegan desde las principales ciudades de España, estando integrado en la red de Caminos de Santiago y siendo el camino que discurre por Cantabria, el Camino Lebaniego, declarado como Patrimonio de la Humanidad.
El Camino Lebaniego discurre entre San Vicente de la Barquera y el monasterio de Santo Toribio, en el corazón de los Picos de Europa.
La ruta consiste en 73 kilómetros, que dependiendo de las fuerzas y capacidades de cada peregrino puede dividirse en 3 etapas con la Senda del Nansa, Cades, Cicera y Santo Toribio de Liébana como puntos principales, ofreciendo al peregrino un recorrido que atraviesa 7 Espacios Naturales protegidos de gran belleza jalonados de ejemplos capitales del patrimonio arquitectónico de Cantabria.
Una historia de leyenda
A lo largo del camino, paisaje e historia se entremezclan en perfecta armonía a través de castillos, fortalezas, murallas y torres, que testimonian un pasado de batallas e invasiones. En ellas encontramos el motivo de que Liébana custodie el Lignum Crucis, ya que fue trasladado desde Astorga por cristianos que querían ponerla salvo de los musulmanes que se encontraban ya en puertas del norte de la península en el avance de su invasión.
Encontraremos vestigios de este pasado defensivo desde el comienzo de nuestra ruta, donde visitaremos el Castillo del Rey en plena puebla vieja de San Vicente de la Barquera, hasta la Torre del Infantado, que preside el casco antiguo de Potes, cerca de nuestro destino. Por el camino también encontraremos la torre medieval de Estrada, de estilo gótico, del s. XIV, que forma parte de un conjunto defensivo con foso, cerca, torre y capilla, y la torre medieval almenada de Cabanzón.
El Camino más natural
Una naturaleza exuberante y marcada por los contrastes nos llevará desde la costa hasta el corazón de los Picos de Europa pasando por ríos, prados, bosques y desfiladeros. Desde nuestra partida, en San Vicente de la Barquera, ya podemos intuir la belleza del camino en la espectacular panorámica que podemos disfrutar alcanzando a ver el Naranjo de Bulnes en los Picos de Europa.
7 espacios naturales dentro de la Red Natura 2000, que nos permiten en este camino atravesar un buen número de ecosistemas representativos de todo el continente desde las playas, acantilados y marismas del Parque Natural de Oyambre; los ríos y bosques riparios del Nansa y Deva, los encinares de Camijanes, los Robledales de Cicera, los Hayedos de Lebeña, los Alcornocales de Allende, los castañares de Pendes , los setos y praderías de Liébana y los majestuosos paisajes del Parque Nacional de Picos de Europa.
Un Camino Patrimonio de la Humanidad, único por su naturaleza y sus paisajes.
Un Camino para conocerse
El paisaje del Camino Lebaniego y su historia están teñidos de espiritualidad. A la belleza natural de sus bosques, ríos y su litoral se une la mística en sus rincones mágicos. Monasterios e iglesias son remansos de paz situados en paisajes idílicos.
En San Vicente de la Barquera, acapara todas las miradas la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, de estilo gótico. Sus importantes dimensiones son un signo evidente del espléndido desarrollo económico que la villa alcanzó durante los siglos XIII y XIV.
En Lafuente podremos contemplar la Iglesia de Santa Juliana, una de las joyas del arte románico en Cantabria, declarada Bien de Interés Cultural.
También pasaremos por una de las obras cumbre del arte prerrománico español, Santa María de Lebeña, que cuenta con un templo mozárabe construido en el año 925.
Nuestro destino final es el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, de los siglos XIII y XVIII, de estilo gótico clásico y barroco. Alberga La Puerta del Perdón, del s. XV, que el Vaticano abre cada año Santo Lebaniego.
También hay que destacar la rica mitología cántabra. Cultura inmaterial que se torna escultura en maderas en el paseo de la mitología del Monte Jozarco. Allí veremos representaciones de anjanas, ojancanos, trasgos, brujas y enanucos…. Pero cuidado que a lo largo del Camino, entre las nieblas de los profundos bosques podemos encontrarnos a muchos de estos seres, que podrán ayudarnos o despistarnos, según su capricho y nuestro cansancio.
Ruta de tradiciones
El Camino Lebaniego muestra a su paso antiguas tradiciones y oficios que nos invitan a descubrir la historia y riqueza de esta zona.
En un rincón del municipio de Herrerías, en la ribera del río Nansa, está la Ferrería de Cades, uno de esos ingenios que nos transportan al pasado y que nos hablan de una forma de vida tradicional muy ligada a la tierra.
El entorno natural que recorreremos a lo largo de todo el camino es verdaderamente excepcional, donde parajes y ecosistemas se alternan para albergar la más selecta relación de materias primas gastronómicas. Asimismo, descubriremos procesos tradicionales en la elaboración de los famosos quesucos de Liébana o el orujo de Potes.
Recomendar a nuestros peregrinos y visitantes las 20 experiencias turísticas tradicionales que podéis visitar en la comarca: canteros, bodegas, hilanderas, albarqueros, rederas, pastores de alta montaña, queserías en cuevas de los Picos, apicultores…
Podéis encontrar toda la información que necesitáis en www.caminolebaniego.com
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