La Villa Ducal
Lerma ocupa un lugar estratégico a orillas del río Arlanza, en una encrucijada de caminos, situada en lo alto de un cerro. Por ella pasaron romanos, suevos, visigodos y árabes, hasta que en el siglo X los reinos cristianos establecieron aquí su frontera. Superados los años de luchas, Lerma vivió su momento de esplendor en el siglo XVII, convertida en villa ducal al servicio de los Austrias. Los edificios y monumentos de su núcleo histórico son reflejo de esa época de pujanza. Lerma presume de su Conjunto Histórico Artístico de Arquitectura herreriana; el mejor de España, de hecho la villa condal se incluye en la red de Pueblos Más Bonitos de España. Destacamos su Palacio Ducal —actual Parador de Turismo—, situado en su gran plaza, utilizada en el pasado como mercado, coso taurino y corral de comedias. En 2017, se cumplieron 400 años de la inauguración de este Conjunto Histórico. Durante todo este año, se desarrollaron actividades vinculadas al Siglo de Oro y se celebró el bicentenario de José Zorrilla —vecino de la Villa— al que se recordó con actividades y un itinerario turístico que lleva su nombre. En agosto, flautas, clavicordios, arpas y violonchelos sonaron en el “mes del Barroco”.
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