De tapas por Burgos
Arréglate que hemos quedado
Llega el momento del aperitivo. la excusa perfecta para hacer que un día sea maravilloso acompañado de tus amigos. ¿y qué lo hace grande? las rutas que te proponemos
Aperitif time has arrived, the perfect excuse to make a wonderful day of it with your friends. and what makes it special? our suggested routes and trails
Haga sol, nieve o truene, el plan no será quedarnos en casa. Es hora de ponernos guapos: eliges tu camisa con más personalidad, esa falda que compraste en Candem Town y ese par de zapatos tan especial.
Qué mejor forma de empezar el día en Burgos que con un buen café acompañado de jugosa bollería o de un rico pincho de tortilla en alguno de los bares de la ciudad.
Avanza el día. Llega la hora mágica del vermú: el momento de tomarte con los amigos una buena cervecita, una copita de vino o, por qué no, un cóctel no muy cargado. Eso sí, siempre acompañado de su tapa. Y es que en Burgos la cocina es todo un arte. Prueba de ello es que ha sido nombrada como “Ciudad creativa de la gastronomía” por la UNESCO. Barras repletas de pinchos y raciones te esperan para disfrutar de un aperitivo increíble. Si tienes fuerzas puedes alargar y convertirlo en un “vermú torero”, propuestas e ideas no te van a faltar en las rutas de tapas que te presentamos.
Las exquisitas viandas de los locales de Burgos son ideales para un desayuno apetitoso, un vermú legendario, una comida informal, una merienda golosa o una cena deliciosa. En nuestra ciudad disfrutarás de establecimientos llenos de gente con ganas de reír, charlar y compartir.
LA RUTA DE SAN LORENZO
Esta calle, también conocida como “Los Herreros” —por ser el lugar que ocupó este gremio—, es un clásico del tapeo burgalés de toda la vida. En ella se encuentra la iglesia de San Lorenzo que hasta el siglo XIII fue el Colegio de Jesuitas. Comprende la mayor concentración de bares y fondas de la ciudad por metro cuadrado. A los locales consagrados como Los Herreros o La Amarilla se han ido sumando muchos nombres donde no solo puedes tapear, también comer el menú del día, una buena hamburguesa o una pizza, o incluso sentarte a comer de forma más castiza. Destacamos El Descorche, La Lorencita, La Quinta del Monje y Cuchillo de Palo.
LA RUTA DE SOMBRERERÍA
Esta es una calle con solera donde se pueden encontrar las mejores tapas y los sombreros borsalinos más elegantes de Burgos. Pero Sombrerería es más conocida por ser una de las zonas de pinchos más concurridas de la ciudad, donde encontramos locales clásicos como el Soportal —con sus deliciosos huevos rotos—, o El Froilán donde se sirven unas de las patatas bravas más míticas de Burgos. Casi al final de la calle está el Gaona, que esconde un bello patio ajardinado. Los domingos por la mañana, es habitual ver la calle repleta de turistas tomando el vermú en bares como el Rimbombín, donde destacan sus espectaculares alpargatas de jamón serrano. Si el tiempo acompaña, habrá cola para sentarse en alguna de las terrazas.
LA RUTA DE LA CATEDRAL
Burgos es una gran ciudad para tapear. El principal atractivo turístico de Burgos es la Catedral gótica de Santa María, situada en la Plaza Rey San Fernando. Frente a la fachada principal encontramos varios sitios perfectos para tomar una cerveza o incluso parar comer con vistas a la seo: Viva la Pepa, ideal para comer algo ligero; el restaurante Puerta Real, una opción segura y elegante de gastronomía castellana; el Casa Minuto, donde el vermú de grifo, las frascas de vino y los vinagrillos son los grandes protagonistas; la Vermutería Victoria, un santuario del vermú donde debes probar su clásicos vinagritos y sus innovaciones culinarias; El Trassiego, cocina de mercado con tapas y raciones; y Maricastaña, un sofisticado local con originales propuestas como su reinvención del plato combinado, “el combo”.
LA RUTA DEL CORDÓN – SAN LESMES
Arrancamos nuestro itinerario en la famosa Casa del Cordón, edificio civil que en los siglos XV y XVI fue testigo de importantes hechos históricos bajo el reinado de los Reyes Católicos. En esta plaza, es obligado parar para visitar uno de los museos del buen comer castellano, Casa Ojeda. Excepcionales son también las viandas de su cafetería y muy recomendables los caldos y el tapeo de su cervecería. Seguimos por la calle de San Juan que termina en el Arco del mismo nombre, antigua puerta de entrada de la ciudad, incluida en el camino jacobeo. En esta ruta, podrás ver el monasterio de San Juan y después hacer una parada en el San Lesmes o La Lesmería para degustar sus tapas y en Consentidos, especialistas del vermú y el tapeo más original, sabroso y divertido.
LA RUTA DE AVELLANOS – FLORA
Aunque suene a topicazo, si de verdad pretendes que alguien conozca la esencia y el alma de la ciudad, guíale de barra en barra. Para conseguirlo es indispensable pasear por una de las calles con mayor valor histórico — por aquí pasa el Camino de Santiago y está situada la coqueta iglesia de San Gil— del casco histórico de Burgos: la calle Avellanos. Donde encontrarás lugares con pinchos que entran por la vista, el olfato y el gusto, como ocurre en La Favorita, La Boca del Lobo o La Cantina. Desviándonos hacia el Arco del Pilar nos encontramos con la impresionante Plaza de la Flora, donde hallaremos joyas como La Parrilla del Royal, la Tapería Royal, o el Norte Gastrobar. Nada mejor que pasar la vida bien acompañado, comido y bebido.
LA RUTA DEL CASTILLO
Continuando la ruta de la Catedral, un gran Vía Crucis trepa desde la calle Doña Jimena hasta la puerta de la fortaleza. A lo largo del recorrido por estos cerros podrás encontrar una amplia diversidad natural. Desde el Mirador del Castillo el caminante obtendrá una magnífica vista, tanto del conjunto vegetal como de la ciudad histórica y moderna. Entonces, sentimos la necesidad de rehidratarnos y si puede ser siempre con una cerveza fresquita y una tapa como acompañamiento, mucho mejor. En este enclave encontramos lugares como La Ciudadela con un ambiente y unas vistas inigualables de la ciudad y el Wagon, una terraza informal donde también podrás disfrutar de conciertos al aire libre. Este ruta no significa sólo un viaje a los orígenes de la ciudad, sino que supone una experiencia cultural de primer orden.